La osteopatía es una medicina holística, que examina al individuo en su conjunto, a partir de un sistema de diagnostico y de tratamiento. Se busca donde esta la causa del trastorno o de la disfunción, que no siempre tiene porqué estar donde está el síntoma (dolor).
Tiene como objetivo facilitar el equilibrio mecánico y funcional global del cuerpo humano en busca de la salud y una adecuada postura. El objetivo es conseguir la óptima movilidad de cada estructura y de cada tejido del cuerpo.
El osteópata trabaja con sus manos, percibiendo y tratando cuando un tejido del cuerpo está en desequilibrio o fuera de la normalidad anatómica.
Una vez identificada y tratada la lesión osteopática el cuerpo desarrolla su facultad inherente de devolverlo a un equilibrio saludable (mecanismos de autorregulación).
La osteopatía es totalmente complementaria e interactiva con la medicina clásica.
En Estados Unidos, Inglaterra, Australia y cada vez mas países de Europa consideran la Osteopatía una medicina, regulando sus estudios e integrando esta disciplina dentro de la sanidad pública asistencial.
La sesión de osteopatía
En la primera sesión se hace una anamnesis y un examen corporal completo para llegar a un diagnóstico diferencial (el origen: la lesión primaria y la consecuencia: la lesión secundaria) en el cual basarse para hacer el tratamiento. El tratamiento consiste en un sistema de técnicas manuales que actúan sobre el esqueleto, el músculo y el tejido conectivo.
Siempre se sigue un enfoque personal único y ningún tratamiento es igual a otro.
Para quién sirve la osteopatía
La osteopatía es una buena herramienta para la prevención y el tratamiento de un gran número de trastornos y disfunciones estructurales, viscerales, neurológicas, endocrinas e inmunológicas, desde el nacimiento hasta edades más avanzadas.
Las tres partes con las que se trabajan de forma global son: